miércoles, 2 de noviembre de 2011

Una tarde de otoño


Una tarde de otoño.

Ultimo día de octubre, puente de lunes. Era un día normal y corriente, no tenía nada que hacer así que pensé en decirle a Alex
un chico moreno, ojos grandes y muy alegre si quería ir a tomar algo esa tarde, me dijo que sí.
Al llegar a la biblioteca donde el estaba esperándome, me dijo si le podía acompañar a comprar un pantalón y nos dirigimos al Big Bang.
Todo iba bien hasta que me di media vuelta, y vi que el estaba ahí, entonces sentí como si el tiempo se congelara y solo estuviéramos el y yo, en esa inmensidad de gente, cada vez que le veía era como una tortura que recorría mi cuerpo hasta dejar mis piernas de tal manera que no aguantaban mi propio peso, me temblaban, estaba muy nerviosa, todavía le quería.
Entonces me giré, no podía soportar ese dolor recorriendo mi pecho, vi como su madre y su hermano pequeño desaparecían entre toda esa gente, volví a girarme, no podía ser, le tenia a 2 cm de mi boca... Me asuste, mire sus cálidos ojos, deseaba besarle como si el mundo se acabará después... Y me dijo con su voz ronca que tanto me encantaba,

- Hola Emily como estas? Y me dio dos besos en la mejilla .

- Hola Jim, bien y tu? Haber si hablamos mas a menudo.

Y desapareció entre la multitud con esa sonrisa marcada en su carita pálida y su pelo ondulado..

Creía haberle olvidado ya que hacia tiempo que no me pasaba por el Muro de su Facebook, y tampoco le echaba de menos, había aprendido a vivir con su ausencia.
Estuve tan locamente enamorada de Jim, fui tan feliz mientras duro... creía que todo tendría algún sentido, hubiera dado lo que fuera por el, pero desgraciadamente el no sentía lo mismo que yo... el salía con otras chicas, yo era como otro pasatiempos sin importancia. Llegue a creer que me quería, fingía tan bien... y aun así seguía estando a sus pies, como un perro por así decirlo. Pero, todavía le amaba como a nadie había amado antes, aunque solo pude rozar sus labios esa noche... me bastó para quererle hasta llegar a dolerme. Estaba tan ciega de amor...

De repente, desperté y oí que una voz me llamaba era Alex.

-Emily estas bien? Estas pálida, que te ocurre ?.-
-Si Alex, estoy bien, no te preocupes.-
Alex sabía toda la historia y desde el principio me advirtió que tuviera cuidado.
Necesitaba tomar el aire, notaba como un sudor intenso recorría mi fría y húmeda frente, quería desaparecer ya de allí.
Para colmo, cuando Alex estaba en la cola para pagar su pantalón pitillo rojo, sonó esa horrible canción que tanto me recordaba a él “Yo te esperaré, nos sentaremos juntos frente al mar, y de tu mano podré caminar.” Volví a sentir como si me apuñalaran en el pecho, me costaba respirar, no podía creer que eso estuviera pasando de verdad.
Por fin salimos de la tienda, por todas partes escuchaba su nombre, me estaba volviendo loca o eran crueles coincidencias?
Nos sentamos a tomar algo, estaba cansada, ese dolor me mataba por dentro. Para colmo, nos sentamos en su calle... ese día todo me recordó a él.
No pare de pensar en el ni un solo segundo, al fin llegue a casa, me quite las botas y me deje caer en la cama entonces sentí una sensación extraña, como si todo quedara paralizado no oía ningún ruido, tan solo su nombre repitiéndose una y otra vez en mi cabeza
Jim, Jim, Jim, Jim, Jim”.- Me estaba volviendo loca, definitivamente.
En las paredes veía su nombre, en este caso no eran imaginaciones era la realidad... todavía tenia apuntado su nombre en todas las esquinas de mi habitación.
De pronto escuche una música, era mi móvil, ya venían mis padres a recogerme para ir a cenar.
No deje de pensar ni un solo segundo en el, por fin llegue a casa.
Necesitaba hablar con Sally, ella era mi mejor amiga, morena con ojos claros y muy guapa.
Ella era la única persona que me comprendía en toda situación.

¿Diga?-.

- Sally, soy Emily, tengo que contarte algo.

Le conte todo sobre el tema Jim. Ella me respondió que una voz interesante, se notaba que se preucupaba por mí, entonces me dijo que tarde o temprano el volvería.

Entonces le pregunte que tal estaba ella, había tenido malos rollos con James.

Le quiero, me arrepiento mucho de lo que hice.- le temblaba la voz, sentía que sus palabras eran totalmente verdaderas.

Yo le respondí lo mismo que me dijo ella, si ese amor fue tuyo vuelve, sino vuelve nunca fue tuyo.

-Emily, no me encuentro bien, voy a dormir mañana hablamos.- me dijo después de un rato largo de desahogarnos mutuamente.

-Vale, que pases una buena noche, hasta mañana.
-Te quiero
-Yo también.

Me metí en la cama volví a empapar el cojín de lagrimas al recordar todo lo que pase al largo de ese tiempo, todo era tan raro y extraño, sentía como esos viejos recuerdos estallaban en el fondo de mi corazón, sentí un vació en mi interior, al fin me dormí.

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